¿Cómo se originan?
Puede estar favorecida por factores hormonales, la menopausia o tras el parto. También se da cuando existe debilidad en la musculatura del suelo pélvico, que se suele asociar a movimientos repetitivos de contacto como puede ser correr o levantar excesivo peso causando un aumento de la presión intraabdominal, llevar durante muchos años fajas, obesidad…
¿Cómo lo tratamos?
El tratamiento será global e irá precedido de una valoración inicial y atendiendo a las necesidades de cada paciente, donde la finalidad siempre es la resolución del problema lo antes posible.
- Tratamiento de terapia manual en la musculatura del suelo pélvico y terapia miofascial visceral
- Osteopatía en la articulación sacrocoxígea y lumbar.
- Electrólisis percutánea intratisular (EPI) para relajar la musculatura del suelo pélvico profunda a la que no accedemos con las manos.
- Láser de alta potencia para bajar dolor, inflamación además de bioestimular para una recuperación precoz.
- Ondas de choque para desbloquear la bomba de calcio, y por lo tanto, invertir la crisis metabólica en los miofilamentos y liberar punto gatillo que estén aumentando el dolor en el sacro.
- Neuromodulación percutánea ecoguiada en las raíces lumbares, sacras y coxígeas que comparten inervación con la musculatura del suelo pélvico.
- Para bajar el dolor contamos con el SIS y la diatermia que tiene programar para relajar la musculatura, y tienen además una alta eficacia en la disminución del dolor.
- Emsella que consiste en la aplicación de una energía que va a una frecuencia específica en la que permite de una forma indolora un tratamiento profundo del suelo pélvico y conseguir recuperar el tono.
- Readaptación funcional en la que se trabajará una reeducación del suelo pélvico y de la columna lumbar para estabilizar y que se trabaje adaptando el umbral de presión (desde hipopresivos a ir poco a poco aumentando la tolerancia a la presión intraabdominal); activar estabilizadores lumbares…