¿Qué síntomas tiene la Tendinitis de Aquiles?
Los síntomas de este cuadro son sobre todo dolor en el talón y a lo largo del tendón de Aquiles en actividades como caminar o correr, junto a sensación de rigidez matutina y dolor a la palpación. También puede aparecer de forma creciente a medida que se hace ejercicio físico.
¿Cómo se originan la Tendinitis de Aquiles?
Puede ser agudo o crónico, si es agudo suele deberse a un sobreesfuerzo por microtraumatismos repetitivos del pie sobre el suelo o por un trabajo excesivo del tríceps sural; o un traumatismo directo, en cambio en el crónico es consecuencia de una degeneración progresiva por una desadaptación a la carga mantenida en el tiempo.
En casos crónicos, puede ser debida a diversas causas como son: la edad, artrosis, herencia genética, alteraciones metabólicas o disminución del espacio por donde transcurre el tendón provocado por factores biomecánicos y posturales tales como falta de elongación de gemelos y sóleo, correr por superficies duras o irregulares, hacer demasiado ejercicio, usar un calzado inadecuado…
Es frecuente en deportistas (corredores, saltadores, deportistas que someten a impacto la articulación).
¿Cómo lo tratamos la Tendinitis de Aquiles?
Tenemos un sin fin de posibilidades de tratamiento para dicha patología.
Primero se realizaría una valoración del tobillo con pruebas ortopédicas manuales, y lo asociaremos a una valoración a través del ecógrafo que nos permita localizar de forma exacta la zona del tendón afectada y posteriormente según el diagnóstico trabajaríamos la lesión.
Según lo que encontremos, lo trataremos de una forma u otra, pero si el tendón está afectado, lo más importante inicialmente será abordarlo, y para ello, la mejor tecnología es la EPI y las ondas de choque que van a ayudar a reducir de forma certera la inflamación.
Así lo trataríamos:
- Electrolisis Percutánea Intratisular (EPI) de forma ecoguiada, así localizamos la zona del tendón afectado ya través de una aguja aplicamos corriente galvánica y nos aprovecharemos de su efecto estimulador de regeneración fibriliar gracias a que genera una lisis del tendón que conlleva a una respuesta inflamatoria para reparar la zona dañada, además de conseguir un efecto analgésico y vascular de la zona.
- Ondas de choque en el tendón para romper adherencias fibrilares, posibles calcificaciones y ayudar a disminuir la inflamación crónica.
- Tratamiento manual de toda la musculatura implicada mediante cyriax de las inserciones musculares y masoterapia y estiramiento de los vientres musculares, centrándonos en gemelos, sóleo, tibiales, peroneos…
- Punción seca en puntos gatillo que puedan estar agravando o perpetuando el dolor.
- Tratamiento de estructuras vecinas con estiramientos, músculo-energía, neurodinamia, vendaje neuromuscular…
- Diatermia drenante en las primeras fases inflamatorias y posteriormente como activadora biológica del metabolismo tendinoso.
- Neuromodulación a nivel del nervio viático y del nervio tibial para disminuir la irritación nerviosa que pueda dar sensación dolorosa a nivel del talón y tendón de aquiles.
- Láser de alta potencia, para dar un estímulo biológico de reparación y ayudar a que llegue más flujo sanguíneo con más células reparadoras a la zona, y de analgesia.
- Sistema Súper Inductivo (SIS) en un programa específico que actúa con campo magnético enviando una señal de disminución de la inflamación del tendón en primeras fases y después para aplicar vibraciones selectivas en la unión del músculo con el tendón para hacer que soporte mejor a la carga.
- Todo ello acompañado de una serie de ejercicios terapéuticos gestionados en readaptación funcional,para aumentar la movilidad, reeducar las adaptaciones musculares y reeducar la biomecánica de la marcha así como evitar recaídas yendo al origen del problema Para reeducar la tolerancia a la carga nos valdremos de la plataforma Imoove que ayuda a readaptación en los distintos planos del espacio.