Nueva Tecnología Bomba Diamagnética
¿Qué es la Bomba Diamagnética?
REGENERAR, DESINFLAMAR Y RECUPERAR SIN DOLOR
La Bomba Diamagnética es una tecnología avanzada que utiliza campos magnéticos pulsados de alta intensidad para generar un efecto conocido como “diamagnetismo” en los tejidos. Este fenómeno permite desplazar líquidos y moléculas de forma controlada, facilitando la reducción de edemas, la regeneración de tejidos y la disminución del dolor de manera no invasiva.
Durante la sesión, el paciente permanece cómodamente tumbado mientras la máquina aplica campos magnéticos en la zona afectada, estimulando la circulación, acelerando la reparación celular y mejorando la absorción de fármacos o principios activos si se aplican de forma tópica.
Es una tecnología innovadora y segura, que trabaja de forma profunda sin generar calor ni dolor, indicada para lesiones musculares, articulares y óseas.
¿PARA QUÉ PACIENTES ESTÁ INDICADO LA BOMBA DIAMAGNÉTICA?
La Bomba Diamagnética está indicada para un amplio abanico de pacientes con patologías musculoesqueléticas y problemas circulatorios.
Es especialmente útil en:
Lesiones deportivas: esguinces, distensiones musculares, roturas fibrilares, tendinopatías.
Artrosis y artritis: ayuda a reducir el dolor y la inflamación articular.
Edemas y hematomas: acelera la reabsorción de líquidos y mejora la circulación local.
Fracturas: favorece la regeneración ósea y reduce el tiempo de recuperación.
Lumbalgias y cervicalgias: alivia el dolor y relaja la musculatura contracturada.
Úlceras y lesiones cutáneas crónicas: mejora la microcirculación y la cicatrización.
Beneficios frente a otros tratamientos
La Bomba Diamagnética ofrece múltiples ventajas frente a terapias convencionales:

No invasiva y sin dolor: No requiere agujas, incisiones ni calor intenso, ofreciendo una experiencia cómoda y segura.

Estimula la regeneración natural: Favorece los procesos de reparación tisular desde dentro, acelerando la curación de lesiones musculares, tendinosas y óseas.

Reducción rápida del edema y el dolor: Al mover líquidos y mejorar la circulación local, ayuda a disminuir inflamación y molestias de forma efectiva.

Mejora la eficacia de tratamientos tópicos: Al aumentar la permeabilidad tisular, facilita la absorción de medicamentos o principios activos aplicados en la piel.

Tratamiento preciso y personalizado: Permite ajustar parámetros según la lesión y las características del paciente.